Una avioneta de la Fuerza Aérea Dominicana amarizo al mar Caribe con cuatro personas a bordo, sin que se registraran víctimas.
El hecho se produjo poco después de las diez de la mañana en la bahía de Neiba cuando los ocupantes del aparato todos oficiales de la FAD, se dirigían desde Pedernales hacia la base aérea de San Isidro, en Santo Domingo Este.
Los ocupantes de la avioneta eran el teniente coronel Martín Puente Soto, el mayor Wascar González y dos tenientes identificadas sólo como Estrella y Elic Mateo, quienes realizaban un chequeo de ruta desde la provincia de Pedernales a Barahona.
Estos fueron rescatados y llevados a la sede de la marina de Guerra en esta ciudad, de donde fueron trasladados en un helicóptero hacia un centro de salud de Santo Domingo, aunque visiblemente su estado de salud era normal.
Se dijo que al aparato le fallaron los motores antes de sobrevolar Barahona y que el segundo también le falló en las proximidades de la playa Acapulco, lo que provocó que la avioneta se precipitara.
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